Ruth Torres diálogo con el programa «Antes que sea tarde, cadena tiempo comodoro»  revelando una dura realidad: las ventas han disminuido considerablemente. “Acá la carne se fue a 15mil, 16mil, el arroz, el aceite también, carísimo”, señala Torres. Estos elementos básicos de la canasta familiar se han vuelto inaccesibles para muchas familias. Incluso aquellos que tienen locales en otros puntos de la ciudad acuden a la Saladita en busca de precios más asequibles.

En medio de la estación de lluvias, Torres explica cómo las dificultades se multiplican. “Es temporada de lluvia, aparte del gobierno que ha cambiado muchísimo, ha dejado muchas familias sin el sustento del hogar más que nada”, lamenta. La lluvia, la nieve y las bajas temperaturas dificultan aún más la situación, haciendo que muchos feriantes no puedan llegar siquiera a la feria para trabajar.

Sin embargo, no todo es indumentaria. Torres destaca que hay una creciente necesidad de productos usados. “A la feria no viene gente de Rada Tilly, viene gente del barrio o los alrededores, hay gente que viene y compra usado para mandar a los chicos a la escuela bien”, explica. La canasta básica ha subido tanto que incluso comprar unas simples zapatillas se ha vuelto un lujo inalcanzable para muchas familias.

La situación se agrava con la falta de respuesta por parte de las autoridades. A pesar de los intentos de establecer un diálogo, las solicitudes de reunión con el intendente han caído en oídos sordos. “Pedí una nota con el intendente y nunca tuve respuesta, hasta el día de hoy no han llamado”, lamenta Torres.

En un llamado desesperado a la inclusión y la solidaridad, los feriantes de la Saladita solicitan un espacio digno donde puedan trabajar sin obstáculos. “Necesitamos un espacio que sea acorde para los feriantes que van consecutivamente”, enfatiza Torres. “Estamos pidiendo una reunión con el intendente, espero que nos dé una respuesta a través de este medio”, agrega.

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